ENTREVISTA: El cerezo de Shinagawa - A.J Ogayas
¡Hola lecoras/es!😊 ¿Cómo estáis? Hoy voy a compartir con vosotros una entrevista que le hice al escritor Alberto J. Ogayas a raíz de mi lectura de su última novela publicada "El cerezo de Shinagawa". Os copio la reseña que subí a mi cuenta de Instagram (@laslecturasderocio), por si no conocéis el libro o el autor:
ENTREVISTA:
Hola Alberto, bienvenido a “Las lecturas de Rocío”, es un placer hacerte estas preguntas y poder charlar contigo. Para empezar, me gustaría preguntarte por tu afición como escritor, cuéntanos, ¿cómo te decidiste a escribir una novela y autopublicarla?
Hola Rocío, muchas gracias por la entrevista.
Mis primeras novelas fueron escritas alrededor de los
diecinueve y veinte años. Siempre me ha encantado leer y escribir, así que
empecé con novelas cortas, de unas cien páginas, en las que escribía las
historias que me rondaban por la cabeza. “Héroes de Tarsi”, de más de
cuatrocientas páginas, supuso la trilogía fantástica con la que empecé a
escribir.
Tras un parón de casi dieciocho años sin escribir, tomé mis
novelas y las leí. ¡Pensé que no estaban nada mal! Las corregí y trabajé en
ellas para terminar autoblicándolas en Amazon. Creo que este trabajo me sirvió
de rodaje para desengrasarme y empezar con “El cerezo de Shinagawa”. La
autoedición, si no tienes padrino y no eres famoso, es prácticamente la única alternativa
que nos queda a los escritores noveles.
Ahora pasamos a
las preguntas relacionadas con tu novela “El cerezo de Shinagawa”. Hay un
elemento muy importante en la trama de la obra que ya está presente en el
título y en la portada; el cerezo del patio del instituto. Me gustaría saber
por qué escogiste que este elemento estuviera tan presente o si fue por algún
motivo en especial.
Aunque parezca mentira, el cerezo, en principio, no iba a ser tal. Se trataba de un bonsái. Son muchas las ideas que cambian cuando uno empieza a imaginarse la novela y lo que queda al final. Japón es el país de los cerezos, para ellos es un árbol sagrado y tiene diversos significados tales como lo efímero de la vida, la sangre y la fragilidad, pero también el de belleza, inocencia y renacimiento. Algo que está presente en la novela y que casa con muchos de los acontecimientos que suceden a lo largo de ella. Por estas y otras razones que no puedo contar sin hacer spoilers, el cerezo suponía una mejor opción que el bonsái o cualquier otro elemento de la naturaleza.
Respecto al título, “El cerezo de Shinagawa” era tan solo
provisional, algo que suelo hacer en todas las novelas y que por lo general,
cambio. Sin embargo, tras barajar distintos títulos con amigos, familiares y
lectores cero, la respuesta fue abrumadora. Todos decidieron que “El cerezo de
Shinagawa” era el mejor título.
En cuanto a los personajes, hay muchos y de diferentes personalidades. Algunos son muy importantes para la trama y con una psicología muy bien elaborada como por ejemplo Naoki, Ryuhei, Takako, Shiro o Kaori. En este sentido, ¿de dónde viene la inspiración para crearlos? Debe ser muy difícil al ser tan variados y algunos muy complicados de tratar.
Fui creando poco a poco a mis personajes, la mayoría chicos y
chicas de unos quince años, sus relaciones entre ellos y sus aspiraciones en la
vida. No me basé en nadie en especial para crearlos. Al empezar la novela, solo
tenía claro la personalidad de los más protagonistas… ¿¡Quién iba a decirme que
al final casi todos lo serían!? Escribir los flashbacks –que tanto han gustado
a los lectores–, y los interludios, hizo que tanto yo como los lectores conociéramos mejor a los personajes.
Al final todo esta interconectado, todo tiene un propósito.
Respecto a los asesinos, pensé en algunos de los peores
canallas de la humanidad, y el daño que podían llegar a hacer si se juntaban;
un hábil asesino en serie y un violador que mata a sus víctimas en el proceso.
En cuanto a las
acciones de la trama llevadas a cabo por los personajes, en el libro hay
asesinatos, agresiones sexuales, momentos de locura, etc… ¿cómo te enfrentas
como escritor a este tipo de escenas?
Bueno, entre mis lecturas favoritas están las obras de Spethen
King, Lovecraft y Natsuo Kirino. Por lo que sobre asesinatos y locuras respecta,
he leído unas cuantas novelas. Respecto a enfrentar a mis personajes a lo que
muchas veces no quería pero tenía que hacer, me bastaba con dar rienda suelta a
lo más hondo de la bajeza de la raza humana, algo que Naoki y Ryuhei expresaban
con naturalidad. Agredir y asesinar a adolescentes, siendo ellos
considerablemente mayores y cuyo objetivo por llevar a cabo sus crímenes se ha
visto facilitado al encontrarse en un mundo apocalíptico, en las que sus
víctimas no pueden escapar ni recibir ayuda del exterior, es una de las peores
situaciones que pude imaginar en las que nadie puede encontrarse. Y es que,
como dice el subtítulo del libro, “Para ellos, lo peor no fue enfrentarse al
fin del mundo”. Oh, no. Ni mucho menos.
En los
agradecimientos de la novela hablas de tu pasión por Japón, y la historia de
“El cerezo de Shinagawa” está ambientada en ese país, ¿es por ese motivo que
decidiste que fuera ese el contexto?
Decidí ambientarla en Japón por varios motivos, mi pasión por
este país desde la adolescencia ha ido en aumento. He estudiado cinco años de
japonés en la escuela oficial de idiomas y visitado el país varias veces junto
a mi mujer. Por otra parte, tanto el suceso principal que desata el apocalipsis
–sería spoiler hablar de esto– como
las teorías de los protagonistas sobre qué ha ocurrido, solo podrían darse en
Japón.
Siguiendo esa
línea de tu pasión por la tradición japonesa, ¿qué es lo que más te llama la
atención de su cultura?
Son muchas las cosas que me llaman y me gustan de su cultura,
a pesar de no ser perfecta, como ninguna lo es, es admirable en muchos
aspectos. Respeto por la naturaleza y por las personas mayores, limpieza en las
calles, excelente educación, siempre saludando y dando las gracias, y la
seguridad para caminar por cualquier lugar y a cualquier hora, son algunas de
ellas.
Y una última
pregunta un poco más personal, ¿estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Actualmente me encuentro escribiendo mi próxima novela, “Suicidas del Ikigai” La palabra ikigai es única en Japón, no tiene una traducción exacta, pero significa la razón de ser; aquello que otorga significado y felicidad a la vida.
Los cinco protagonistas de la novela, que se han suicidado, aparecen
en lo alto de un mirador. Un hombre
occidental de origen griego –uno de los misterios del libro–, les muestra el
terrible error que han cometido al suicidarse.
El hombre también les proporciona la oportunidad para volver
a la vida. Para conseguirlo, tendrán que llevar a cabo una complicada misión, evitar
el suicidio de otras personas, sólo que éstas no son tan normales como ellos; se
trata de gente gravemente afectada por filias u otras enfermedades mentales que
afectarán de manera dramática a otras personas de llegar a realizar el suicidio…
y al equilibrio mismo entre la vida y la
muerte.
Muchas gracias por
compartir tus respuestas, por dejar que conozcamos más sobre ti y sobre todo,
por tu tiempo y tu paciencia. Un saludo Alberto, ha sido un placer.
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